La Carta de Huxley a Orwell: '1984' vs. 'Un Mundo Feliz'
Comparaciones entre ambas historias acorde a Huxley
En el mundo de la literatura distópica, dos nombres resuenan con particular fuerza: Aldous Huxley y George Orwell. Ambos escritores británicos ofrecieron visiones inquietantes y proféticas del futuro en sus novelas más conocidas, "Un mundo feliz" (publicada en 1932) y "1984" (publicada en 1949), respectivamente. Menos conocido, sin embargo, es el hecho de que Huxley, fue maestro de francés de Orwell durante un breve período en Eton College, y al ver la publicación de su antiguo alumno, ‘1984’, le escribió una carta para felicitarlo y dar su opinión sobre el futuro distópico que ambos veían acercándose. Antes de analizarla aquí tienen la carta:
Estimado Sr. Orwell:
Fue muy amable de su parte decirle a sus editores que me enviaran una copia de su libro. Llegó mientras yo estaba en medio de un trabajo que requería mucha lectura y consulta de referencias; y dado que mi mala vista me obliga a racionar mi lectura, tuve que esperar mucho tiempo antes de poder embarcarme en 1984.
Estando de acuerdo con todo lo que los críticos han escrito sobre él, no necesito decirle, una vez más, cuán excelente y profundamente importante es el libro. ¿Puedo hablar en cambio de lo que trata el libro: la revolución final? Las primeras insinuaciones de una filosofía de la revolución final — la revolución que va más allá de la política y la economía, y que apunta a la subversión total de la psicología y la fisiología del individuo — se encuentran en el Marqués de Sade, quien se consideraba a sí mismo como el continuador, el consumador, de Robespierre y Babeuf. La filosofía de la minoría gobernante en 1984 es un sadismo que ha sido llevado a su conclusión lógica al ir más allá del sexo y negarlo. Si en realidad la política de la bota en la cara puede continuar indefinidamente, parece dudoso. Mi propia creencia es que la oligarquía gobernante encontrará formas menos arduas y derrochadoras de gobernar y de satisfacer su lujuria por el poder, y estas formas se parecerán a las que describí en Un mundo feliz. Recientemente he tenido la oportunidad de investigar la historia del magnetismo animal y el hipnotismo, y me ha impresionado mucho la forma en que, durante ciento cincuenta años, el mundo se ha negado a tomar en serio los descubrimientos de Mesmer, Braid, Esdaile y otros.
En parte debido al materialismo prevaleciente y en parte debido a la respetabilidad prevaleciente, los filósofos y hombres de ciencia del siglo XIX no estaban dispuestos a investigar los hechos más extraños de la psicología para que los hombres prácticos, como políticos, soldados y policías, los aplicaran en el campo del gobierno. Gracias a la ignorancia voluntaria de nuestros padres, la llegada de la revolución final se retrasó durante cinco o seis generaciones. Otro accidente afortunado fue la incapacidad de Freud para hipnotizar con éxito y su consiguiente menosprecio del hipnotismo. Esto retrasó la aplicación general del hipnotismo a la psiquiatría durante al menos cuarenta años. Pero ahora el psicoanálisis se está combinando con la hipnosis; y la hipnosis se ha vuelto fácil e indefinidamente extensible mediante el uso de barbitúricos, que inducen un estado hipnoide y sugestionable incluso en los sujetos más recalcitrantes.
Dentro de la próxima generación, creo que los gobernantes del mundo descubrirán que el condicionamiento infantil y la narco-hipnosis son más eficientes, como instrumentos de gobierno, que los garrotes y las prisiones, y que la lujuria por el poder puede satisfacerse completamente sugiriendo a las personas que amen su servidumbre tanto como golpeándolas y pateándolas para que obedezcan. En otras palabras, siento que la pesadilla de 1984 está destinada a modularse en la pesadilla de un mundo que se parece más al que imaginé en *Un mundo feliz. El cambio se producirá como resultado de una necesidad sentida de mayor eficiencia. Mientras tanto, por supuesto, puede haber una guerra biológica y atómica a gran escala, en cuyo caso tendremos pesadillas de otros tipos apenas imaginables.
Gracias una vez más por el libro.
Sinceramente suyo,
Aldous Huxley
Más allá de los elogios, Huxley sostiene que el sadismo en "1984", llevado a su conclusión lógica mediante la negación del sexo y la implementación de un control brutal, es una forma de gobierno insostenible a largo plazo. En contraste, Huxley considera que una oligarquía gobernante podría emplear métodos más eficientes y menos desgastantes para ejercer su dominio. En otras palabras, su visión distópica es superior a la de Orwell, o al menos, más acertada.
¿Tiene razón Huxley?
La comparación central en la carta radica en los métodos de control descritos en ambas obras. Orwell describe un estado totalitario que utiliza la violencia, el miedo y la represión para mantener el poder. En contraposición, Huxley sugiere que el futuro del control social se asemejará más a su visión, donde el control se logra a través del condicionamiento infantil y la narco-hipnosis, haciendo que las personas amen su servidumbre en lugar de ser forzadas a obedecer mediante la violencia. Como lector de ambas obras, me siento tentado a concordar con Huxley. Hay momentos en "1984" en los que claramente se percibe la opresión del gobierno. Rara vez se siente que “El Gran Hermano” esté produciendo algún beneficio para su sociedad. Mientras que Huxley ofrece a la población ciencia, avances, felicidad (manipulada por sustancias, por supuesto), orgías y otros beneficios. A través de los mismos, se logra controlar a la población más eficientemente.
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¿Por qué concuerdo con Huxley? El criterio que personalmente utilizo para evaluar la calidad de una obra distópica, además de su estructura literaria, es su capacidad para mostrarnos un mundo totalmente nuevo y ficticio, que, sin embargo, resulta extrañamente similar al que habitamos. Y estas visiones distópicas de "1984" y "Un mundo feliz" han demostrado ser sorprendentemente proféticas en varios aspectos. Pienso que Orwell nos hace reflexionar sobre la vigilancia masiva y el control moderno de la información, la moderación de contenido, la recolección de datos, las fake news, la desinformación, las personas (y grupos políticos) sosteniendo dos ideas políticas conflictivas, los ataques de drones y las estrictas leyes de seguridad, todo en nombre de la protección del estado. Mientras que Huxley nos invita a considerar la promoción y capitalización del placer, el consumo de drogas recreativas para mantener un balance emocional, la cultura del consumismo, el capitalismo como religión, las aplicaciones digitales para conseguir parejas sexuales, la manipulación genética, y los avances en la tecnología de selección de embriones Independientemente de tu opinión sobre estos elementos modernos de la política, concuerdo con Huxley que su método es más efectivo y gradual. Pero esta es la mera opinión de un lector. El futuro dirá qué enfoque prevalecerá.