Es fácil caer en la trampa de subestimar la ciencia ficción. Durante décadas, el género fue tratado como un pariente pobre de la literatura “seria”; una especie de escapismo intelectual para los que no tenían la paciencia de sumergirse en el existencialismo de Camus. Pero autores como Ted Chiang, nos recuerda que la ciencia ficción —cuando está en manos de un verdadero maestro— no solo puede rivalizar con la “gran literatura”, sino superarla en profundidad filosófica y precisión narrativa.
Chiang escribe sobre el lenguaje, la percepción, el libre albedrío y el significado mismo de la conciencia. La ciencia ficción es solo la herramienta. La literatura, el propósito. Un Borges con una prosa más directa.
Esta semana hice el resumen de Comprende, un relato fascinante de Chiang, donde el protagonista, al convertirse en una especie de superhombre intelectual, revela lo peligrosa que puede ser la sabiduría sin la brújula moral que solo la experiencia humana puede proporcionar. Pero dicho cuento es solo una entrada en el vasto y brillante catálogo de Chiang. Así que decidí armar mi ranking personal de los diez mejores cuentos de Ted Chiang —una lista que, como toda buena lista, puede ser objeto de debate, pero difícilmente de indiferencia.
10. Exhalación
Chiang nos transporta a un mundo cerrado habitado por seres mecánicos que respiran aire comprimido para mantenerse con vida. No es solo una necesidad fisiológica; el aire es también el motor de su conciencia y pensamiento. Lo que se descubre es aterrador: las mentes de la especie funcionan mediante un delicado sistema de conductos de aire, y el aumento gradual de la presión dentro de su mundo cerrado está ralentizando su pensamiento. El universo no solo está condenado a morir en un mar de entropía, sino que nuestra conciencia misma está atada a esa degradación inevitable.
9. Setenta y Dos Letras
El cuento explora una realidad alternativa donde el mundo funciona según principios cabalísticos: las palabras tienen poder literal para dar forma a la realidad. Un científico trabaja en el perfeccionamiento de autómatas animados por combinaciones específicas de letras hebreas. Pero en el proceso, descubre que la humanidad está biológicamente condenada a la extinción. No hay suficiente producción de espermatozoide. Chiang mezcla la literatura y la biología en una alegoría sobre el destino, la reproducción y la supervivencia de la especie. Es ciencia ficción en su estado más puro: una hipótesis científica convertida en una meditación filosófica.
8. El Comerciante y La Puerta del Alquimista
Un cuento sobre viajes en el tiempo ambientado en la Bagdad medieval. El protagonista viaja al pasado para corregir errores, solo para descubrir que el destino no puede ser manipulado. Lo hermoso de esta historia es que Chiang no convierte el determinismo en una sentencia fatalista, sino en una forma de reconciliación con el pasado.
7. Omphalos
Chiang se atreve a abordar uno de los argumentos más antiguos: el conflicto entre ciencia y fe. La historia está ambientada en un mundo opuesto al nuestro. En este, hay pruebas científicas e incuestionables de la creación divina. Los árboles tienen anillos internos que marcan el momento de la creación; los huesos humanos están perforados por agujeros umbilicales que demuestran una creación directa. Sin embargo, habrá un giro inesperado sobre el propósito de la creación humana por parte de Dios.
6. Te Gusta Lo Que Ves?
En esta historia, la tecnología permite eliminar la percepción estética. Las personas ya no pueden notar la belleza o la fealdad de otros. La idea es noble: eliminar la superficialidad y las jerarquías sociales basadas en el atractivo físico. Pero el experimento crea un debate existencial: ¿Es la belleza una construcción social o una parte esencial de la experiencia humana? ¿Qué perderíamos realmente si dejáramos de percibir la belleza? La respuesta es más compleja de lo que parece.
5. La Torre de Babilonia
Un golpe maestro: una reescritura literal del mito de la Torre de Babel. La historia sigue a un minero que trabaja en la construcción de una torre colosal que intenta llegar hasta el cielo. Pero en el mundo de Chiang, el cielo tiene una definición diferente a la nuestra. La historia juega con la idea aristotélica de un universo cerrado, y lo lleva a su conclusión lógica. El relato evoca la misma sensación de asombro y desconcierto que Borges consigue en cuentos como La Biblioteca de Babel. Quizás nuestras cosmologías, por sofisticadas que sean, siempre estarán limitadas por el horizonte de nuestra propia percepción.
4. El Ciclo de Vida de los Elementos de Software
Chiang aborda la inteligencia artificial desde una perspectiva ética y emocional. La historia sigue a un par de "padres" que crían seres digitales —"digientes"— que desarrollan emociones y conciencia propia. El problema es que estas inteligencias artificiales, al igual que los niños, necesitan tiempo, cuidado y afecto para desarrollarse. Chiang nos enfrenta a una pregunta moral profunda: si creamos conciencia artificial, ¿qué responsabilidad tenemos hacia ella?
3. El Infierno es la Ausencia de Dios
Si C.S. Lewis hubiera escrito The Screwtape Letters bajo los efectos de ácido, probablemente habría terminado con algo similar a este relato. En el mundo de Chiang, los ángeles son reales y sus apariciones provocan tanto milagros como destrucción aleatoria. La historia sigue a un hombre cuya esposa muere trágicamente durante una aparición angelical. En su dolor, intenta encontrar la fe para reunirse con ella en el cielo. Pero Chiang, con su característico filo narrativo, desmonta cualquier esperanza de redención fácil. La teología aquí es retorcida, cruel y completamente plausible. Si Dios realmente existiera, su lógica probablemente se parecería a esto.
2. La Verdad del Hecho, La Verdad del Sentimiento
Aquí Chiang explora dos formas de verdad: la objetiva y la subjetiva. La historia contrapone dos líneas narrativas: en el futuro, una tecnología permite registrar y recuperar cada memoria con precisión quirúrgica; en el pasado, un hombre de una tribu colonial aprende a escribir por primera vez. La verdad de los hechos puede entrar en conflicto con la verdad emocional, con lo que sentimos que ocurrió. ¿Qué es más importante? ¿Recordar los eventos como realmente sucedieron o como los sentimos? La respuesta de Chiang es filosóficamente devastadora. El relato recuerda la idea de Nietzsche de que “no hay hechos, solo interpretaciones”. Pero, ¿puede la tecnología borrar incluso nuestras interpretaciones?
1. La Historia de tu Vida
La obra maestra de Chiang. La historia en la que se basa la película Arrival de Denis Villeneuve. La lingüista Louise Banks aprende el lenguaje de una raza alienígena y, al hacerlo, adopta su forma de percibir el tiempo. La historia es una exploración del determinismo, el amor y la pérdida. Chiang plantea una pregunta devastadora: si supieras cómo terminará tu historia, ¿la vivirías de todos modos?
Chiang nos recuerda que la mejor ciencia ficción no trata sobre tecnología o viajes estelares. Trata sobre lo que significa ser humano. Y por eso es que lo disfruto tanto, él no solo escribe ciencia ficción. Escribe literatura.
El Ciclo de Vida de los Elementos de Software me fascinó cuando lo leí en una antología.
Hola, mira no se como llege a tu podcast en spotify y este fue el primer capítulo que escuche y me voló la cabeza, creo que en menos de una semana ya me había leído el 70 por ciento de los cuentos de ted chiang, esto fue un regalo. Muchas gracias por darte el tiempo de crear este contenido de verdad, de momento no puedo aportar en tu proyecto porque me encuentro sin trabajo, pero cada vez que puedo comparto tu podcast a mis amigos. Nuevamente muchas gracias