Resumen: Decide y Apuesta
El libro de psicología basada en las apuestas de la ganadora de Póker: Annie Duke
"Decide y Apuesta" (o "Thinking in Bets" en inglés) es un libro escrito por Annie Duke, una reconocida jugadora de póker y psicóloga del comportamiento. El libro aborda el proceso de toma de decisiones y cómo aplicar conceptos del póker a situaciones de la vida real.
La autora es una jugadora de póker profesional de Estados Unidos con varios títulos y premios a lo largo de su carrera, pero a pesar de su éxito en el póker, su historia es un poco diferente. Duke estudió psicología en la Universidad de Columbia y luego emprendió un doctorado en psicología cognitiva en la Universidad de Pensilvania. Curiosamente, decidió retirarse a falta de un mes para terminar su doctorado al tener una especie de crisis existencial y darse cuenta de que ese no era su camino. Sin embargo, su formación académica en psicología le proporcionó una perspectiva única sobre la toma de decisiones y el comportamiento humano, aspectos que más tarde aplicaría en su carrera como jugadora de póker. En esta publicación menciono algunos de los puntos más importantes del libro.
La vida es póker, no ajedrez
La vida se asemeja más al póker que al ajedrez. Aunque el ajedrez se asocia comúnmente con la inteligencia debido a su naturaleza estratégica, las decisiones que tomamos en nuestras vidas, ya sea en el ámbito empresarial, financiero, de salud, relaciones o paternidad, involucran elementos de suerte, incertidumbre, riesgo y a veces, engaño. Estas variables son difíciles de identificar y medir, lo que se asemeja más a la naturaleza del póker que al ajedrez. A diferencia del ajedrez, el póker implica información oculta y una dosis significativa de suerte.
Annie Duke sostiene que uno de los problemas de la sociedad actual es que a menudo tratamos nuestras decisiones vitales como si fueran movimientos de ajedrez en lugar de apuestas de póker. La distinción clave radica en que la mayoría de nuestras decisiones no son apuestas contra otras personas, sino apuestas contra las múltiples versiones futuras de nosotros mismos que quedan excluidas al tomar una decisión.
Adquirir una casa significa renunciar a ser alguien que alquila un apartamento, casarse implica dejar atrás la vida de soltero y cada elección conlleva un cambio en la narrativa de nuestras vidas. El truco para navegar estas decisiones es aprender a sentirse cómodo con la incertidumbre en lugar de ignorarla. La vida está llena de incertidumbre, y es imposible conocer todas las variables o prever todos los resultados. Reconociendo esta realidad, podemos tomar decisiones más informadas y mejorar nuestras apuestas.
La calidad de nuestras vidas = la suma de la calidad de las decisiones (apuestas) + la suerte.
No ganamos apuestas enamorándonos de nuestras propias ideas. Ganamos apuestas esforzándonos por calibrar nuestras creencias y predicciones sobre el futuro para que representen con mayor precisión el mundo. A largo plazo, la persona más objetiva vencerá a la persona más sesgada, como suele suceder en el póker.
Hay que acostumbrarse a decir “No estoy seguro"
La incertidumbre existe pero nos cuesta reconocerla. Por ende, el tomar mejores decisiones comienza con la comprensión de que la incertidumbre es una variable que debes factorizar en tus apuestas.
Generalmente, nos desanima decir "No sé" o "No estoy seguro". La gente considera esas expresiones vagas, poco útiles e incluso evasivas. Pero sentirnos cómodos con "No estoy seguro" es un paso vital para ser mejores tomadores de decisiones. Debemos llegar a un acuerdo con no saber.
Cambiar la definición de lo incorrecto
Las decisiones son apuestas sobre el futuro. No son correctas o incorrectas según si resultan bien o no. Son correctas o incorrectas acorde a tu conocimiento de las variables al momento de tomar esa apuesta.
En primer lugar, el mundo es un lugar bastante aleatorio. La influencia de la suerte hace imposible predecir exactamente cómo saldrán las cosas, y toda la información oculta lo empeora aún más. Si no cambiamos nuestra mentalidad, tendremos que lidiar con estar equivocados muchas veces.
Pongamos este ejemplo:
Tu hermana acaba de tener un hijo, y te pide el favor de cuidar a su bebé de 9-10 meses por un par de horas. Supongamos que mientras lo cuidas, decides tomarte 3-4 tragos con alcohol. Más tarde, te ves en la necesidad de salir en carro para hacer un recado. Para no dejar al bebé solo, decides llevarlo en el asiento trasero del automóvil.
Al final, regresas a tu casa, donde tu hermana te ve bajando del coche con un vaso de whisky en la mano. Imagina que después del regaño de tu hermana, tu le respondas “pero el bebé esta sano y salvo. Todo salió bien, tomé la decisión correcta.”
Claramente tomaste la decisión incorrecta. Este ejemplo es más obvio y fácil de ver la discrepancia entre resultado y decisión, pero a esto se refiere Annie Duke. Debemos comprender que tomar decisiones correctas no implica que nada salga mal. En realidad, significa que hemos tenido mala suerte o que las cosas no han salido según lo planeado, pero no que nuestra elección inicial fuera la adecuada.
Otro ejemplo más común: Si decidiste aceptar una nueva oferta de trabajo y ahora 6 meses después te das cuenta que esta nueva posición incluye un ambiente laboral tóxico. No te culpes. No conocías esa variable al momento de tomar la decisión (potencialmente).
Las preguntas que debes hacerte antes de tomar una apuesta
Al momento de tomar apuestas en tu vida diaria, la autora recomienda responder unas preguntas para calcular correctamente que tanta incertidumbre hay en la decisión que vas a tomar:
¿Cómo sé esto?
¿De dónde saqué esta información?
¿De quién lo obtuve?
¿Cuál es la calidad de mis fuentes?
¿Cuánto confío en ellos?
¿Qué tan actualizada está mi creencia informada?
¿Cuánta información tengo que sea relevante para la creencia?
¿De qué otras cosas he estado seguro que resultaron no ser ciertas?
¿Cuáles son otras alternativas plausibles?
¿Qué sé acerca de la persona que desafía mis creencias?
¿Cuál es su punto de vista sobre cuán creíble es mi opinión?
¿Qué saben ellos que yo no sé?
¿Cuál es su nivel de experiencia?
¿Qué me estoy perdiendo?
El resumen del libro lo pueden escuchar en el podcast aquí: