Comencé a redactar este artículo después de participar en una reunión virtual de trabajo con cuatro hispanohablantes y una francesa. Inicialmente, todos conversábamos en español, pero al unirse la francesa, pasamos automáticamente al inglés para facilitarle la conversación a nuestra compañera. Este suceso me hizo reflexionar sobre el concepto que Nassim Taleb ha popularizado como la "Minoría Intolerable". Un fenómeno que explica cómo una pequeña fracción de la población puede imponer sus preferencias sobre la mayoría, independientemente de si estas son beneficiosas o perjudiciales para la sociedad. Aunque pueda parecer trivial, las implicaciones de este fenómeno en los cambios sociales y políticos son profundas y merecen una mayor reflexión antes de analizarlas detenidamente.
Para ilustrarles como funciona, aquí tienen la foto del menú de mi lugar de hamburguesas preferido en Houston:
En el marco izquierdo superior pueden leer “Switch Patties for Any Burger”. Esto es la opción de cambiar cualquier hamburguesa de carne por una vegetariana. Esta opción no está ahí porque la mayoría la demande, sino porque una minoría insiste en evitar la carne, y son intolerables a cualquier opción carnívora. ¿Pero, por qué no encontramos opciones de carne en un restaurante vegano? Porque los “carnívoros” están dispuestos a consumir opciones vegetarianas, pero no ocurre lo contrario. Por lo tanto el restaurante debe ajustarse a la minoría intolerante.
Una vez que aprendes a identificar este fenómeno, es difícil no verlo en otros ámbitos sociales. En un gimnasio de hotel, por ejemplo, encontramos máquinas en lugar de pesas porque aquellos que usan pesas están dispuestos a usar máquinas, pero no al revés. En una fiesta, todos pueden beber cerveza excepto un invitado, lo que obliga a comprar vino u otra bebida alcohólica para ajustarse. Las personas en silla de ruedas exigen rampas en todos los edificios. Los no fumadores exigen áreas separadas para los fumadores. Esta regla carece de juicio moral o ético; simplemente, para bien o para mal, la minoría intolerante y su asimetría eventualmente triunfan.
La flecha de la historia y el engaño de la democracia
Estos ejemplos, aunque cotidianos, muestran como la sociedad se moldea en los momentos de grandes cambios políticos y sociales. Porque ya que la minoría es el grupo intransigente, y la mayoría es el flexible, se genera una asimetría en las opciones. Esto significa que, en lugar de avanzar a través del consenso, de una votación mayoritaria o de procesos deliberativos, la sociedad en realidad cambia de manera desproporcionada debido a las acciones de una minoría intolerante. Una vez que esta minoría alcanza un pequeño porcentaje de la población, la mayoría naturalmente se inclina hacia sus preferencias, dada la naturaleza desigual de las decisiones.
No es la voz de la mayoría la que determina los nuevos sistemas, ideas y leyes en el mundo, sino la de una mayoría que ha demostrado flexibilidad frente a la intolerancia de una minoría. Esta realidad contrasta profundamente con la noción de que la democracia y el progreso se alcanzan mediante deliberaciones y consensos colectivos. De hecho, las minorías intolerantes han ejercido una suerte de dominio durante milenios. Por ejemplo, los paganos no odiaban a los cristianos simplemente por ser cristianos. Por naturaleza, el pagano es adaptable a otras creencias. El resentimiento del pagano hacia el cristiano surgía porque este último era intolerante hacia las ideas paganas. O la expansión del Islam en el Medio Oriente, un medio oriente originalmente pagano y cristiano. Pero a pesar de la fuerte presencia del cristianismo, el cambio puede explicarse entre otras razones por una asimetría clave: las reglas matrimoniales musulmanes. Un hombre no musulmán que se casara con una mujer musulmana tenía que convertirse al Islam, y cualquier niño con al menos un padre musulmán sería musulmán. La conversión al Islam también era irreversible debido al severo castigo por la apostasía, a menudo la muerte. Estas reglas, combinadas con los matrimonios entre religiones, llevaron gradualmente a un aumento significativo de la población musulmana a lo largo de los siglos, convirtiendo a los cristianos en una minoría en la región.
En nuestro mundo de los libros, así es que se logra la censura de los mismos. ¿Cómo se prohíben los libros? No porque ofendan a la persona promedio; la mayoría de las personas son pasivas y realmente no les importa que un libro específico sea publicado. Sin embargo, todo lo que se necesita son unos pocos activistas y terminamos prohibiendo libros o colocando algún autor en una lista negra.
En las grandes corporaciones la empresa moderna promueve ideas políticas que son apoyadas por la minoría de la población, pero es una minoría que se quejaría abiertamente si la empresa no los apoyara, afectando así el valor de las acciones y poniendo en riesgo los trabajos de los directivos. Por ende, la minoría gana.
Necesitamos más Tolerantes
Taleb relata cómo durante una cena, notó que su vecino tenía su comida dispuesta en una bandeja que evocaba las de los vuelos aéreos, selladas con papel de aluminio. El vecino era ultrakosher. Sin embargo, dicho vecino no le molestaba compartir espacio con quienes comían prosciutto y mezclaban mantequilla y carne en los mismos platos. Su única solicitud era que lo dejaran en paz para vivir según sus propias preferencias. Para judíos y minorías musulmanas como chiítas, sufíes y otras religiones afines como drusos y alauitas, el objetivo es que se les permita satisfacer sus preferencias dietéticas sin interferencias. Sin embargo, si el vecino de Taleb hubiera sido un salafista sunita, habría insistido en que toda la sala consumiera alimentos halal, posiblemente extendiendo esta expectativa a todo el edificio, la comunidad, e incluso el país o el mundo entero. En ausencia de una clara separación entre Iglesia y Estado, y entre lo sagrado y lo profano, lo que es Haram (prohibido) se convierte literalmente en ilegal, convirtiendo a toda la sala en infractores según su visión.
Así que la democracia tiene un defecto crucial: permite que las minorías intolerantes impongan sus exigencias. La tiranía de la minoría continua.
De acuerdo. Tenemos que ser más tolerantes, más respetuosos !