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¿Jesucristo era pobre? Libro: El Nombre De La Rosa
El argumento que casi divide a la iglesia en la edad media
La gran obra de Umberto Eco, El Nombre De La Rosa, es basada en un remoto pero poderoso monasterio en las montañas italianas del siglo XIV. Durante esta época una rama del catolicismo se había dividido y prácticamente separado de la iglesia: la pobreza evangélica.
Esta doctrina llamaba a los cristianos a vivir sin ningún tipo de propiedad privada. El movimiento atrajo a las masas empobrecidas sin posesiones ni tierras dentro del feudalismo europeo. Por ende, al movimiento tener fuerza popular la iglesia sentía que esto era una amenaza para sus propias riquezas. El Papa Juan XXII persiguió a líderes del movimiento como Miguel de Cesena. Él es perseguido por hereje por el Papa, y es eventualmente llamado a la corte. En el camino pasa por muchos monasterios por toda Italia debatiendo y buscando una resolución pacífica. Uno de estos debates se dan en el libro de Umberto Eco.
Resumen del libro aquí:
¿Pero era Jesús de verdad pobre?
Algunos argumentan que Jesús era un hombre pobre que vivía en la más extrema humildad, mientras que otros sugieren que tenía un cierto nivel de comodidad financiera.
Los defensores de la idea de que Jesús era pobre se basan en la descripción bíblica de su vida. Jesús nació en un establo y fue colocado en un pesebre, lo que sugiere que su familia no tenía los recursos para pagar una habitación en una posada. Además, Jesús no tenía una casa propia y se alojaba en casa de amigos y seguidores.
También se menciona que Jesús hizo una elección consciente de renunciar a la riqueza para centrarse en su ministerio. En Mateo 8:20, Jesús dice: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza". Este pasaje sugiere que Jesús no tenía una residencia permanente y vivía de forma muy modesta.
Por otro lado, hay quienes argumentan que Jesús no era necesariamente pobre, sino que su situación económica era desconocida. Es cierto que Jesús tenía seguidores ricos, como José de Arimatea, quien proporcionó su tumba después de la crucifixión. Además, los reyes magos que visitaron a Jesús después de su nacimiento le llevaron regalos costosos, incluyendo oro, incienso y mirra.
También se sabe que Jesús trabajó como carpintero antes de comenzar su ministerio público, lo que habría sido una profesión respetada y relativamente bien remunerada en la sociedad de la época. Sin embargo, hay quienes argumentan que la posición económica de Jesús es en última instancia irrelevante, ya que su mensaje se centró en cuestiones espirituales y no en la riqueza material.
La conclusión
Fue ambos. Durante su vida, Jesús experimentó una variedad de estados económicos. Habría experimentado pobreza relativa en su nacimiento, una educación de clase media del primer siglo antes de embarcarse en su ministerio y luego pobreza voluntaria durante su ministerio. Es revelador notar que Cristo nunca condenó la riqueza o la pobreza en sí misma; más bien, enfrentó pecados que a menudo conducían a la riqueza o la pobreza, pecados que incluían la codicia, el orgullo, la pereza, la injusticia y el robo, entre otros. Además, Jesús se sentía cómodo y competente al interactuar tanto con ricos como con pobres.