¿Era Aquiles Homosexual?
El análisis de la antigua Grecia basado en el libro de Madeleine Miller, La Canción de Aquiles
En el transcurso de esta semana en nuestro podcast, nuestra atención se centró en la antigua Grecia. Deliberadamente optamos por abordar una síntesis y análisis de las dos obras literarias más emblemáticas de esta era: "La Ilíada" y "La Odisea" de Homero. Paralelamente, buscamos destacar una obra literaria contemporánea que arrojara luz sobre estas dos obras icónicas. Nuestra elección recae en la aclamada autora estadounidense, Madeline Miller, y su obra "La Canción de Aquiles". Esta selección se basa en la capacidad de esta obra de proporcionar una perspectiva enriquecedora sobre los eventos que precedieron al estallido de la Guerra de Troya (algo que no explica en detalle La Ilíada) y en su habilidad para aportar una nueva dimensión a la relación entre Aquiles y Patroclo.
En La Ilíada, Aquiles, de manera célebre, regresa al campo de batalla en defensa de los aqueos (griegos) tras la muerte de Patroclo, su fiel amigo y compañero. Es en La Canción de Aquiles donde se presenta una perspectiva diferente, una que nos muestra a Aquiles y Patroclo compartiendo una relación apasionada, caracterizada por un amor profundo, y abiertamente homosexual.
Esta interpretación, naturalmente, ha generado una amplia gama de reacciones, desde controversias hasta elogios y críticas. Sin embargo, en este análisis, mi objetivo principal es determinar su veracidad histórica. ¿Podían ser dos hombres abiertamente homosexuales en la antigua Grecia como los pinta la autora? Para lograrlo, comenzaremos por examinar la naturaleza de las relaciones entre hombres en la cultura de la antigua Grecia.
La antigua Grecia: ¿Homosexual o homo-erótica?
La antigua Grecia, reconocida en la actualidad por sus invaluables contribuciones en ámbitos como la filosofía, la democracia y las artes, también sobresale como una sociedad en la que la sexualidad, incluida la homosexualidad, ocupaba un lugar destacado y aceptado. A diferencia de muchas culturas contemporáneas, en la Grecia antigua, la sexualidad se consideraba una parte integral y no estaba cargada de estigma.
No obstante, resulta fundamental comprender que los términos "homosexual" y "heterosexual" son conceptos cuya interpretación varía dependiendo de la época y la cultura. En su definición más pura, la homosexualidad se refiere a la atracción exclusiva hacia individuos del mismo sexo. Sin embargo, los hombres atenienses no se ajustaban al modelo moderno de "homosexualidad" en el sentido de sentir una atracción sexual exclusiva hacia otros hombres, aunque, sin duda, existían relaciones homosexuales. La antigua Grecia abrazaba una concepción más amplia y fluida de la sexualidad, sin ataduras a las categorías modernas como "homosexual" o "heterosexual".
La forma predominante de homosexualidad en la antigua Grecia era el "eros eromenos", un tipo de amor que generalmente involucraba a un adulto (el erastés) y a un joven (el erómeno). Esta relación, fuertemente influenciada por la filosofía y la pedagogía, se caracterizaba por el papel del erastés como mentor y protector del erómeno, y aunque podía incluir aspectos sexuales, no se limitaba únicamente a lo físico.
En el contexto académico estadounidense, se ha propuesto el término "homoerotismo" para describir estas relaciones, dado que estos hombres experimentaban una atracción sexual tanto hacia personas de su mismo sexo (homoerotismo) como del sexo opuesto (heteroerotismo), considerando ambas expresiones de amor como igualmente legítimas y normales.
¿Por Qué la Antigua Grecia Difirió en su Actitud Hacia las Relaciones Homosexuales en Comparación con Otras Culturas de su Época?
La aceptación de las relaciones homosexuales en la antigua Grecia, a diferencia de muchas otras culturas contemporáneas, se puede atribuir a una serie de factores que arrojan luz sobre la singularidad de su perspectiva:
Restricción de las Mujeres en la Sociedad: Ellas eran relegadas principalmente al ámbito doméstico. Si no tenías una esposa o recursos para tener una esclava sexual, una de las pocas maneras de tener sexo casual era con otros hombres.
Camaradería en el Entrenamiento Militar y la Guerra: La constante interacción durante el entrenamiento militar y los tiempos de guerra contribuyeron significativamente a la promoción de relaciones cercanas entre hombres. La desnudez masculina en los deportes y la valoración de la belleza y el coraje en las competencias atléticas proporcionaron un entorno propicio para el desarrollo de la homosexualidad masculina.
La Adoración del Cuerpo Masculino: en la antigua Grecia, se observaba una veneración hacia el cuerpo masculino que presenta similitudes con las actitudes contemporáneas hacia la figura femenina. Por ejemplo, los hombres griegos participaban en competencias olímpicas completamente desnudos, realzando sus musculaturas mediante la aplicación de aceites. Esta glorificación del cuerpo masculino no solo se centraba en el aspecto físico, sino que también tenía implicaciones en la aceptación de relaciones íntimas entre individuos del mismo sexo como parte de la expresión de su admiración hacia la forma física masculina.
Es importante reconocer que en este artículo no hemos abordado el tema del lesbianismo en la antigua Grecia, no por su falta de existencia, sino debido a la limitada evidencia histórica que poseemos sobre estas relaciones en un contexto antiguo y, en ocasiones, escasamente documentado. A pesar de esta limitación, se ha encontrado evidencia que sugiere que el lesbianismo también podría haber sido aceptado en ciertas circunstancias.
En resumen, la aceptación de las relaciones homosexuales en la antigua Grecia fue el resultado de una interacción singular entre factores culturales, sociales y contextuales que permitieron que estas relaciones prosperaran de manera notablemente diferente a las normas contemporáneas. Por lo tanto, la decisión de Madeline Miller de retratar a Aquiles y Patroclo como pareja sexual encuentra una base sólida en esta dinámica histórica. No obstante, ¿podría haber matices adicionales en esta representación que requieran un examen más detenido?
Quizás, cometió un error Madeline Miller
La tarea que enfrentó la autora no fue nada sencilla. Se embarcó en la empresa de adaptar un mito tan icónico como el de la Guerra de Troya, añadiendo su propio matiz personal. La interpretación de una relación sexual entre Aquiles y Patroclo encuentra su fundamento en datos históricos; no obstante, presenta una falla: la exclusividad.
En su obra, Madeline Miller retrata a ambos personajes desinteresados por completo por las relaciones sexuales con mujeres. Tanto Aquiles como Patroclo participan en encuentros heterosexuales en algún momento de la obra, pero estos episodios o son forzados por los dioses o les resultan totalmente desagradables, ya que se consideran a sí mismos como homosexuales y no desean mantener relaciones sexuales con mujeres. Esta representación difiere de la antigua Grecia, donde los hombres mantenían amantes tanto masculinos como femeninos en sus vidas.
Una Aclaración Importante
Es importante subrayar que esta discusión no implica ninguna crítica hacia la exclusividad entre dos individuos del mismo sexo, como es el caso de Aquiles y Patroclo. Cada individuo tiene el derecho de tomar decisiones respecto a su vida sexual de acuerdo con sus deseos y preferencias personales.
Nuestra intención aquí es simplemente proporcionar claridad en relación con la representación de la exclusividad homosexual en la antigua Grecia, tal como se presenta en la obra de la autora. Queremos resaltar que esta idea no era aceptada de la manera en que se retrata en el libro y que existe escasa evidencia de su práctica en la antigua Grecia, aunque es innegable que tales relaciones ocurrían en ese contexto histórico.
La Conclusión
Como mencioné al comienzo de este artículo, mi análisis no se centra en la interpretación de Miller desde una perspectiva social o política, sino que se concentra en evaluar su validez histórica. La premisa de que Aquiles y Patroclo mantuvieron relaciones sexuales, representando así al hombre promedio de la antigua Grecia, tiene una probabilidad considerable. No obstante, la afirmación de que fueran "homosexuales" en el sentido contemporáneo de esta palabra resulta menos probable. Esta distinción es crucial para comprender la complejidad de las relaciones interpersonales en un contexto histórico diferente, donde las categorías y percepciones de la sexualidad difieren significativamente de las actuales.