Jorge Luis Borges, reconocido y aclamado autor latinoamericano del siglo XX, para mí y para muchos un ícono literario debido a la profundidad de sus textos y su enfoque metafísico en los cuentos. Por lo mismo hace unos meses converse con Martín Campos (@pueblolector) sobre Borges y su libro Ficciones. Si quieren escuchar el episodio, aquí tienen el enlance de YouTube.
Resumen El Aleph
En el cuento "El Aleph", un narrador llamado Borges comparte su experiencia tras la muerte de Beatriz Viterbo, su amada no correspondida. Con el fin de preservar su conexión con ella, visita la casa familiar de Beatriz, donde conoce a su primo, Carlos Argentino Daneri y establece una amistad con él.
Daneri comparte con Borges sus poemas caóticos, esperando que él los presente a un destacado escritor. Borges, comprometido, finge interés. Luego, Daneri revela un secreto: en el sótano de la casa se encuentra el Aleph, un punto desde el cual se puede ver todo el universo.
Movido por el recuerdo de Beatriz, Borges se une a la lucha por preservar la casa y decide verificar la existencia del Aleph. Al encontrarlo, experimenta una visión infinita y comparte su descubrimiento con Daneri. Ambos quedan transformados, pero Borges elige el silencio.
La casa es demolida, Daneri recibe reconocimiento literario, mientras que Borges queda en la sombra. Termina preguntándose si el Aleph fue real y empieza a teorizar sobre su existencia. La historia deja espacio para la conjetura y la reflexión sobre la percepción y los límites de la realidad.
Al final Borges, concluye que El Aleph no es real.
¿Qué significa esta historia?
Es difícil comunicar lo misterioso o mágico que se siente el libro cuando lo lees, y mucho se ha escrito sobre sus mensajes sobre la búsqueda de la verdad, la comprensión total del mundo, el concepto de la metafísica, el amor no correspondido, la memoria, y mucho más. Pero yo me lleve un mensaje diferente: el límite de la capacidad humana de entender y comunicar algo.
Los límites de la mente humana
El Aleph, es un punto desde el cual se puede contemplar todo lo que ha existido, existe y existirá en el universo simultáneamente, encarna esa aspiración humana por captar la totalidad y el infinito en un solo instante. Pero no podemos hacerlo. No somos capaces de entender ciertos elementos, y mucho menos describirlos.
Trata de imaginarte un aleph, y ahora trata de explicarlo, no puedes.
En la conversación con Martín le conte sobre un estudio donde una mujer sorda-muda estaba sentada sola en el parque, mientras movía sus manos. La gente que no sabía que era sorda-muda pensaba que sufría de alguna enfermedad mental, pero lo que la mujer estaba haciendo era pensando. El único idioma que conoce es el lenguaje de señas, y para poder desarrollar ideas tenía que mover sus manos acorde.
El mensaje de ese estudio ha sido utilizado para explicar el concepto del determinismo lingüístico, también conocido como hipótesis de Sapir-Whorf. Esta es una teoría que sostiene que el lenguaje que hablamos influye en nuestra forma de pensar y percibir el mundo. Según esta teoría, las estructuras gramaticales, vocabulario y categorías lingüísticas de una lengua determinada condicionan y limitan la forma en que sus hablantes pueden concebir y expresar ideas.
En otras palabras, el idioma que siempre lo vemos como una herramienta para expresarnos, en verdad es un obstáculo que nos limita.
De hecho, en el libro cuando Borges explica lo que es el Aleph por primera vez lo hace con una frase en latín: multum in parvo, que significa mucho en poco espacio. Borges sentía que esta frase explicaba mejor lo que era un Aleph, pero sin el conocimiento del Latín se le hacía imposible.
Me gustaría pensar que algún día Borges se dio cuenta que hay mensajes que no se pueden comunicar, que la lengua es un arma de doble filo y una limitación a la creatividad humana. Y ese para mí es el mensaje del Aleph. Borges, utiliza el Aleph como una metáfora para explorar la naturaleza de la realidad y la mente humana. A medida que descubren el Aleph juntos, ambos personajes en la historia se ven confrontados con la vastedad del conocimiento y la limitación de la comprensión humana.
Por algo el libro termina asumiendo que el aleph no puede ser real. Es más fácil comprender que un concepto no comprendido es falso, a tratar de explicarlo.
Interesante, es más fácil pensar que un concepto no existe, cuando no podemos explicarlo